Los brazos son una parte del cuerpo a la que no solemos prestar mucha atención pero la pérdida de tono muscular y el paso del tiempo provoca a menudo un antiestético descolgamiento de la musculatura. Así, la flacidez en la parte superior de los brazos es algo muy común, especialmente entre las mujeres. A medida que pasan los años, la piel pierde colágeno y elastina, lo que da como resultado la flacidez bajo los brazos. Evidentemente, un exceso de peso favorece también esta flacidez, aunque personas muy delgadas también pueden sufrir este problema.

La aparición de esta flacidez en el brazo suele asociarse sinérgicamente con el abandono de la juventud. La flacidez es una alteración de los tejidos de la piel caracterizada por la pérdida de tono y elasticidad. Suele ser consecuencia del envejecimiento cutáneo, aunque también se puede observar después de los embarazos en la zona del abdomen y/o senos, o generalizada después de ciertas enfermedades. Aunque los brazos flácidos son únicamente un problema de apariencia física, para muchas personas es algo realmente molesto y buscan todo tipo de tratamientos para mejorar esa parte del cuerpo: desde ejercicios en el gimnasio que requieren mucha constancia, buena ejecución y fuerza de voluntad, hasta pasar directamente por el quirófano, con las consecuencias que ello conlleva.

Una buena alternativa es escoger un tratamiento con tecarterapia , ya que esta técnica obtiene resultados muy interesantes en el ámbito de la reafirmación. La aplicación de tecarterapia automatica CIM 200, 300,400 o 500  en la musculatura de los brazos mejora la conexión de la piel al músculo, fortaleciendo el tejido conjuntivo y fortaleciendo las fibras musculares. Aunque depende de cada paciente y de sus hábitos de vida, los resultados se evidencian desde las primeras cinco sesiones de tratamiento.